Este 22 de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC, que tiene por objeto alentar a las niñas y a las jóvenes a considerar la posibilidad de orientar sus estudios y profesiones al campo creciente de las TIC, y empoderarlas para ello.
Para comenzar, es necesario clarificar el concepto de brecha digital de género, que el Instituto Nacional de Estadística define como “la diferencia del porcentaje de hombres y el porcentaje de mujeres en los indicadores TIC (uso de internet en los últimos tres meses, uso frecuente de internet, compras por internet) expresada en puntos porcentuales”. Oxfam Intermón especifica que este concepto se refiere a la inferioridad que tiene la mujer con respecto al hombre en el acceso a la información, conocimiento y educación mediante las TICs.
En 2019, la Secretaría de Estado para el Avance Digital publicó el Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico, en el que se analizan los factores que inciden en la brecha digital de género en el sector tecnológico, y en el que se proponen medidas para reducir las desigualdades. Concluye que es responsabilidad de todos y de todas: del sistema educativo, de las familias, de los gobiernos, de las tecnológicas, de los medios de comunicación, de quienes están en contacto con niñas y niños, con jóvenes, de quienes producen contenidos dirigidos a la infancia y a la juventud, de los medios de comunicación, etc.
Tal y como afirman González-Palencia, R. y Jiménez, C. en La brecha de género en la educación tecnológica: “Si tomamos como punto de partida que no existe una diferencia reseñable de capacidad entre hombres y mujeres en talento matemático, es necesario profundizar en factores como el interés, la confianza, la motivación y el autoconcepto para intentar explicar por qué las chicas se sienten menos seguras y menos atraídas que sus compañeros varones hacia esta ciencia instrumental.”
Se recoge en el Libro Blanco que cada vez más investigaciones evidencian que los estereotipos de género están en el origen de este fenómeno. Es un aprendizaje que se inicia en la infancia y se cristaliza en la adolescencia en la elección de los estudios y los proyectos profesionales. La conciencia de que se es un niño o una niña ya se tiene entre los dos y los tres años. En los dos siguientes, entre los cuatro y los seis, aprenden que serán una mujer o un hombre cuando crezcan. A esa edad, los niños ya tienen un conocimiento de lo que resulta apropiado para cada sexo según la cultura a la que pertenecen, a los cinco años poseen ya toda una constelación de estereotipos. El estereotipo de que los hombres son mejores que las mujeres en matemáticas, informática o física, perjudica el rendimiento de las mujeres en este dominio y socava su interés en campos de estudio o actividades de ocio donde estas disciplinas son requeridas con más intensidad. El género tiene impacto en la percepción de las propias habilidades.
Al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional subraya los beneficios que tendría para las economías mundiales una participación equitativa de mujeres y hombres en el mercado de trabajo, que en algunos países podrían disparar el PIB hasta un 34%. La Organización Internacional del Trabajo (agencia de la ONU para el mundo del trabajo) calcula que si España cerrara su brecha de género laboral un 25%, su producto interior bruto crecería en 34 mil millones de dólares.
Desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical queremos aprovechar la conmemoración del Día Internacional de las Niñas en las TICs para instar al conjunto de la sociedad a actuar en el ámbito que le corresponda (educadores, familias, gobiernos, empresas tecnológicas, medios de comunicación, etc.) para reducir la brecha digital de género, perniciosa no solo para las mujeres, sino para el conjunto de la sociedad. No puede haber una economía digital ni una sociedad digital sin contar con más de la mitad de la población, las mujeres.
22 de abril de 2021
Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical
