Terapias hormonales en las mujeres

Parece, a bote pronto que la medicina, la investigación no es sexista, es simplemente ciencia y por lo tanto imparcial. Error craso, la ciencia como todo lo demás tiene sesgos y deficiencias de bulto que hacen necesaria una redefinición de la salud, valorando la variable de género ya que se dan factores, además del biológico, que se deben considerar para garantizar una prevención eficaz e integral para las mujeres.

Desde la medicina oficial se contempla a las mujeres como «defectuosas biológicamente» ya que se considera a la menopausia como una enfermedad de deficiencia hormonal y se ha venido ofreciendo, ahora menos, la THS (Terapia Hormonal Sustitutoria) como solución a las posibles enfermedades futuras tales como osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares, pero todo ello sin que existieran ensayos clínicos rigurosos que respaldaran esta prescripción tan masiva y obviando los efectos secundarios relacionados sobre todo con el cáncer de mama.

En el artículo publicado en Julio de 2002 en el JAMA (una de las más prestigiosas revistas científicas norteamericanas) aparecen los resultados del ensayo clínico más riguroso hasta el momento de la THS. Este estudio, llamado WHI (iniciativa para la salud de las mujeres) comenzó hace cinco años y ha tenido que ser suspendido por los resultados tan desfavorables que aparecían en el grupo que tomaba estrógenos y progesterona frente al placebo.

Las participantes eran mujeres posmenopáusicas con útero entre 50 y 79 años y la duración prevista del ensayo fue de 8’5 años, pero después de un seguimiento de 5’2 años, el ensayo fue parado temporalmente basándose en que los riesgos de salud excedían a los beneficios.

Se produjo un incremento significativo de cánceres invasivos de mama, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebro-vasculares y embolismo pulmonía en el grupo que tomaba estrógeno y progesterona frente al que tomaba placebo, lo cual no era contrarrestado por las pequeñas reducciones en el número de fracturas de caderas y cánceres colaterales.

En definitiva, después de este estudio, se concluye que la THS puede ser perjudicial para las mujeres y los beneficios de su administración son inferiores a los daños que pueden ocasionar la toma prolongada en el tiempo (el ensayo se refiere sólo a terapia hormonal sustitutiva oral, nada se sabe todavía de la administrada en parches, por otra parte, muy usados en nuestro país).

Después de esto resulta evidente la discriminación que existe respecto a la mujer en la medicina oficial a la hora de introducir nuevos fármacos y en ciertos planteamiento diagnósticos y terapéuticos tanto médicos como quirúrgicos.

Las mujeres tenemos que seguir exigiendo, reivindicando, luchando y trabajando para asumir la parte de responsabilidad que sobre nuestra salud nos corresponde, para desde ahí ser críticas con el sistema de salud que continuamente nos discrimina ya que se toma como parámetro, como medida universal de casi todos los experimentos al hombre, olvidando las diferencias físicas, de socialización, psíquicas, de resistencia, de manifestación de síntomas, etc. que tenemos las mujeres.

Mª Carmen Ferrer Abellán

Fuentes consultadas: 
Revista «JAMA»
– Revista «Lanbroa»

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