El día 1 de mayo ,Día de los Trabajadores y las Trabajadoras, desde la OM queremos dedicar este comunicado a todas aquellas mujeres que diariamente trabajan en el campo de los cuidados de personas mayores y personas enfermas dependientes.
Un tema que siempre ha preocupado a los movimientos feministas es el tema de los cuidados, la corresponsabilidad ha sido nuestra lucha y aunque las nuevas generaciones de hombres han dado un paso importante en este tema, todavía queda mucho por hacer.
En el pasado las familias solían tener una estructura tradicional, en la que el padre era el trabajador que llevaba el dinero a la casa y la madre se encargaba de las tareas del hogar, cuidados de las hijas/os y de familiares mayores o familiares jóvenes dependientes.
Con el tiempo se han producido cambios importantes en lo que llamamos una estructura familiar clásica y la incorparación de la mujer al trabajo ha producido grandes cambios en ese modelo patriarcal de familias.
Sabemos que la mayor carga de cuidados sigue recayendo en las mujeres, quizás por parte de los hombres sí que hemos encontrado un cambio generacional en lo referente a sus hijas e hijos, pero ¿en el resto de cuidados familiares también? ¿qué está ocurriendo en nuestra sociedad actual?.
Nuestras y nuestros mayores llegan a momentos de su vida en los que necesitan cuidados continuos, se vuelven dependientes.La atención residencial a personas mayores está fuertemente regulada y con las competencias transferidas a los territorios vemos que existe una elevada disparidad normativa respecto a los requisitos del servicio, las instalaciones y el personal.Acceder a una plaza pública en una Residencia de Mayores se convierte en todos los territorios del Estado español en una gran dificultad, que si se accede de manera privada, no hay inconveniente. Lamentable es que nuestros/as mayores, que se han dejado la vida por ayudar y cuidar a sus familias, a día de hoy se vean obligados/as a vender sus casas o acabar con todos los ahorros de su vida para poder ser atendidos/as. Los políticos/as poco hablan de este tema en sus campañas y lo poco que hacen es “pintar un futuro para mayores” con un sistema de Bienestar Social que nada tiene que ver con la realidad. Si tienes mucho dinero, no hay problema.Pocas residencias públicas, un 25%, con largas listas de espera.
En estos lugares es donde encontramos a nuestras heroínas de los cuidados, anónimas, con apenas un sueldo base mensual, cuidan a nuestras y nuestros familiares como si tuvieran con ellas y con ellos un vínculo consaguineo. Cuando una persona se ve introducida en este mundo de Residencias de Mayores por necesidad y ve a estas mujeres, no encuentra cómo agradecer el cariño y los cuidados que le están dando a sus familiares. Se convierten en una extensión de nuestras familias con la admiración que así se merecen,pero no reconocida ni social ni económicamente.
Por otro lado , existen centros para personas jóvenes enfermas que a la familia les es imposible cuidar ante las necesidades médicas y de cuidados diarios que necesitan. Allí vuelven a aparecer las heroínas de los cuidados logrando sacar una sonrisa a personas que se las ha olvidado sonreír .Una caricia o un abrazo de estas trabajadoras son un aliento diario para que esas personas enfermas que no entienden por qué a ellas les ha tocado vivir sumergidas en una enfermedad sin curación, puedan seguir viviendo apartadas de sus familias y de una vida normal.
A todas estas mujeres de corazones grandes y de poco reconocimiento social, desde la OM les dedicamos este artículo como reivindicación de derechos laborales mejores y de un sueldo digno acorde a su ingente labor humana.
Sonia Blanco Esquivias
Responsable de la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical